Dana
Pau Alabajos: “Tiene sentido que Mazón continúe porque el PP está en política para garantizar unos intereses”
Son ya unos cuantos los libros que se han publicado sobre la trágica jornada del 29 de octubre de 2024 en el centro del País Valenciano. Acaba de ver la luz Memòria del fang, una obra que une la idea de que el agua tiene sus caminos —es fácil de ver en la toponimia de las zonas más afectadas, como la Rambleta de Catarroja— con la necesidad del pueblo valenciano de explicarse desde dentro porque no lo hagan otros desde fuera, parafraseando a Joan Fuster.
Es una reflexión coral desde diferentes puntos de vista, desde colectivos de víctimas hasta los que han perdido una librería, una revista, un estudio musical, una escuela o la memoria familiar, pasando por los que autogestionaron la ayuda cuando las administraciones estaban ausentes o un bombero que aportaba más en sus horas de voluntario que de trabajador por la ineficacia del sistema. Un debate a los que se unen sus autores, Pau Alabajos y Ricard Chulià, y las fotografías que también hablan de Rose Hurtado.
No solo está escrito por personas de una de las zonas afectadas, sino que la misma editorial, Rebel Edicions, y la impresión, en Toni Burguera, están arraigadas en l'Horta Sur, a Torrent. Un libro de kilómetro cero de la devastación. Hablamos con Pau Alabajos.
Se han publicado diferentes libros sobre la DANA. ¿Qué aporta Memòria del fang?
Era evidente que se tenían que publicar unos cuantos sobre una catástrofe que marca a toda una generación de valencianos y valencianas. Tenemos que explicarnos. Hablan del punto de vista judicial, la crónica periodística, la óptica de las víctimas... Nosotros pensábamos que se tenía que hacer una reflexión en frío, seis meses después de la tragedia, con varias personalidades del mundo de la cultura, del sindicalismo, del activismo político y de los servicios públicos, etc., sobre cómo vivieron aquella noche, pero también sobre cómo creemos que se puede reconstruir el país después de una herida como esa. Es una reflexión coral con cierta perspectiva. Hemos dado el tiempo para ver cómo poco a poco se ha ido produciendo la gestión política y cómo las movilizaciones sociales y políticas están planteando una alternativa.
Con tantos testigos estremecedores, no sería fácil la elección de cuáles poner en el libro. ¿Cómo hicisteis la selección?
Teníamos claro que queríamos personas que ya tienen un discurso y que conocen la historia de los valencianos y valencianas. Si una persona se informa de aquí a 100 años de lo que pasó por los medios estatales, la idea que se llevaría de la dana es mucho diferente a la que tenemos que contar nosotros. Por ejemplo, la misma noche de la dana, el Canal 24 horas de Televisión Española no conecta hasta que ya había muertos. Y la noticia no era sobre las consecuencias de las lluvias en el territorio, sino que se interrumpía el AVE València-Madrid. En el libro damos puntos de vista que son complementarios y muy potentes, con algunos se nos erizaba la piel.
el Canal 24 horas de Televisión Española no conecta hasta que ya había muertos. Y la noticia no era sobre las consecuencias de las lluvias en el territorio, sino que se interrumpía el AVE València-Madrid
Hablando del relato, le dais mucha importancia en el libro a ese “solo el pueblo salva al pueblo” que se hizo famoso a la dana por la autogestión de la gente ante del abandono institucional. La ultraderecha intentó instrumentalizarlo. ¿Os sorprendió que el fascismo intentara hacerse suyo un lema que siempre ha sido de la izquierda?
Es uno de los argumentos principales del libro. La extrema derecha intentó apropiarse del lema e intentaron dar la imagen que eran los que estaban junto al pueblo. Pero es evidente que no. Los medios que habitualmente dan voz a la ultraderecha hacían un poco de teatro. Por ejemplo, la imagen del chico de Horizonte [el programa de Iker Jiménez] que se echaba por el barro para dar más dramatismo. Cuando los flashes se alejaron de la zona 0 y otras cuestiones captaron la actualidad, nos quedamos la gente de las comarcas afectadas viendo que aquellos de la ultraderecha que habían llegado y que habían intentado instrumentalizarlo todo, habían desaparecido. Tenían una hoja de ruta que era ponerse la medalla de que habían estado porque les daba mucha visibilidad mediática. Todo era una mentira. Contrastó con gente venida de todo el estado que hizo noche en condiciones muy precarias e hizo un voluntariado real.
La presidenta de la Asociación de Víctimas de la DANA Mariló Gradolí, habla de unas víctimas de las cuales se habla poco: las psicológicas. De hecho, diferentes entrevistas citan la angustia de haber sentido los gritos de terror en la calle o incluso de la suerte de no haber pasado por ese trance. Vosotros que sois de las zonas afectadas, ¿cómo veis el estado anímico de la gente, en general, un año después?
Es una cuestión muy importante. Rose Hurtado estuvo dos o tres meses viviendo aquí y haciendo fotos. Cuando llegaba a algún lugar, había gente trabajando que paraba para explicar su historia sin preguntarles. Eso es muy ilustrativo de que la gente necesita hablar, pero que no tiene con quién. La salud mental todavía se tiene que trabajar muchísimo desde la administración pública. No hay recursos, no hay psicólogos y psicólogas suficientes. A esto hay que añadir que hay una generación que lo tiene estigmatizado y no entiende que necesita una ayuda externa para superar un trance tan bestia como el que han vivido. Hay un momento en que ellos o ellas no interpretan que lo que han vivido es un trauma. Nos pasó a mucha gente. En el minuto cero decides dejar tu luto, quien ha perdido a familiares es un proceso muy fuerte, pero hablo también de empezar desde cero, de perder el vehículo que es tu herramienta de trabajo, el comercio, etc. Ese luto no se hace porque te dedicas a limpiar y a ayudar y estar 8 o 10 horas haciendo el que puedes por la gente que está más afectada. Va pasando el tiempo y tú ya no recuerdas que estabas en ese luto y se han quedado cosas en el tintero. El que vivimos fue muy fuerte y quien más, quien menos, conoce alguna persona que lo ha perdido todo. Y tú empatizas con esas personas, pero no te permites hacer ese luto porque consideras que no has sufrido el que han sufrido esas 229 familias.
Cuando los flashes se alejaron de la zona 0, la gente de las comarcas afectadas Vimos que aquellos de la ultraderecha que habían intentado instrumentalizarlo todo, habían desaparecido
Eva Gisbert, de Fan Siete, habla de normalización de una situación anómala y de “desensibilización”. En cambio, sí que observa que la indignación de la gente cada vez es más grande. ¿Compartes esa sensación?
Sí. ¿Tú te imaginabas que verías el presidente del Gobierno Español, al presidente de la Generalitat Valenciana y al rey entrando en las calles de l'Horta Sur y que los recibiera una lluvia de bolas de barro? La rabia es evidente que estaba en la calle. La sensación de abandono ha sido muy grande. Y todavía a estas alturas, un año después, hay una gran cantidad de garajes impracticables, ascensores que todavía no funcionan, mucha burocracia absurda para solucionar problemas del día a día... A mí me recuerda mucho a la gestión del accidente del metro de València.
Sobre esto quería preguntar, porque la gestión del PP de la DANA tiene muchos paralelismos con la gestión del mismo PP en 2006.
Tiene un paralelismo muy grande. Intentan controlar el relato desde la administración pública. A estas alturas, no sé cuántas versiones hay del que estaba haciendo el president de la Generalitat en esas horas fatídicas, con quién estaba, en qué horas. Primero era una reunión con el presidente de la patronal, después apareció la periodista [Maribel Vilaplana]... Además, han puesto problemas en las comisiones de investigación de les Corts, al reunirse con las víctimas y las familias porque no los ven como interlocutores. Es muy fuerte, hablamos de entidades que han surgido de 229 muertos. Como existen esos paralelismos, la sociedad civil ha decidido utilizar la misma fórmula, a pesar de que es mucho de picar piedra: si con el metro salieron durante 10 años cada día 3 de mes a protestar para pedir reparación y justicia, en este caso, alrededor de los días 29 de cada mes, se hace lo mismo. Hay cierto consenso respecto a que parte de la tragedia se podía haber sido evitado. Llama la atención que las encuestas dan que el 82% de la población piensa que Mazón tendría que dimitir. Esto quiere decir que hay gente de izquierdas, de derechas, conservadoras... de todas las ideologías.
Se repite hasta el escenario. El accidente del metro afectó mucho a l’Horta Sud porque ocurrió en la línea 1.
Yo creo que la gente que vive en el área metropolitana tiene muy claro que se considera como secundaria, con una red de transportes muy deficitaria y falta de inversiones en infraestructuras. Hay un modelo urbanístico que obliga a tener un vehículo para poder desplazarse porque no se puede depender de los medios de transporte público y esto deriva en las fotografías de calles colapsadas por montañas de vehículos, cosa que no pasaba en la riada del 57. Y muchas de las infraestructuras se han hecho deprisa y corriendo, conscientes que se hacían en zonas inundables. Si se hacen iniciativas privadas así, es a tu cuenta y riesgo, pero es más grave que se hayan hecho de esa manera dotaciones públicas como centros educativos u hospitales. Y sabemos que con el cambio climático esto se puede repetir. Somos como una subsidiaria de la capital y esa relegación a un segundo término se ve con una infraestructura como el Plan Sur, con el cual la afectación que tuvo la Torre no habría sido ni la mitad, con el objetivo de salvar la capital.
Esa indignación se explica por el retraso de la famosa alerta, pero también por las mentiras posteriores y las manipulaciones del Consell de Mazón. ¿Cómo se explica que Carlos Mazón continúe como president de la Generalitat ante una gestión tan pésima e indigna? Más cuando parecía las primeras semanas que estaba sentenciado por la ciudadanía y por los medios de comunicación afines.
Yo creo que tiene una respuesta sencilla. Es indigno, inmoral y cero ético que continúw en el poder, pero viniendo de un partido como el PP, tiene todo el sentido del mundo porque ellos están en política para garantizar una serie de intereses. Están haciendo las contratas de la reconstrucción con sus amigos y con algunas de las tramas corruptas que ya son conocidas. Ellos, ante una situación de emergencia, ven que pueden hacer negocio. A Mazón lo necesitan porque no tienen a nadie que lo pueda sustituir y asumir todo el desgaste que implica comerse un sapo como es haber producido 229 muertos. El PP sabe que está muy amortizado y es imposible que pueda repetir como candidato el 2027. Pero al mismo tiempo, el tactismo que suelen demostrar es que mientras está en el poder, lo van desgastando, y dentro de unos meses o un año, plantearán otro candidato, un tecnócrata que nadie conocerá, y Mazón se irá por la puerta de atrás. Si hubiera dimitido automáticamente, demostraría que asumen las culpas. Y les da terror asumir responsabilidades políticas. Desde nuestro punto de vista de ciudadanía, pensamos que la política es servir y no servirte y no tiene ningún sentido que esa persona continúe ni un minuto más después de lo que pasó el 29 de octubre. Pero desde el punto de vista de alguien que entiende la política como una herramienta para enriquecerse, es lógico que estés especulando con la calculadora electoral.
Por otro lado, Ferran Torrent se muestra especialmente indignado con Compromís porque considera como única fuerza que se presupone valencianista, no ha sido capaz de canalizar la indignación actual del pueblo valenciano y pegar un golpe en la mesa en Madrid para reivindicar soluciones extraordinarias para los valencianos por la DANA. ¿Qué crees que frena a Compromís en la hora de adoptar una postura más firme?
En otros momentos de la historia en que teníamos menos representación en el Congreso, con un solo diputado como era Joan Baldoví, hacíamos más ruido en Madrid que ahora. Considero que estar diluido en la marca de Sumar hace lo que siempre pasa cuando llegamos a la carretera de San Jerónimo: el centralismo lo fagocita todo y también está fagocitando nuestra voz allí. Creo que ahora mismo tendríamos que estar quemándolo todo por la situación que tenemos en el País Valenciano y ese grito no llega. Desde otros lugares foráneos no conocen nuestra realidad. Yo entiendo que la subida absoluta de la extrema derecha está dejando en shock a muchas fuerzas progresistas. Mi percepción es que con el cambio de ciclo de 2015 venía una nueva política con la cual iban a cambiar muchas cosas. Hemos visto que no han acabado de plantearse unas alternativas reales, a pesar de que no podemos hacer una enmienda a la totalidad porque se han aplicado muchas ideas e iniciativas interesantes. Pero no han cambiado las estructuras obsoletas de la política, la ciudadanía lo ha visto y lo está castigando en las urnas. Y quien está aprovechando para hacer una enmienda a la totalidad de la política es la extrema derecha.
ahora mismo tendríamos que estar quemándolo todo por la situación que tenemos en el País Valenciano y ese grito no llega a madrid
Para acabar, mirando al futuro, además del proceso judicial y de las responsabilidades penales y políticas que se derivarán de la dana, es clave cómo se aborda la reconstrucción para reducir las consecuencias de unos temporales que se repetirán por la crisis climática que vivimos. ¿Qué importancia tienen en este sentido los Comités Locales de Emergencia y Reconstrucción?
Es básico que las personas que viven en los pueblos afectados puedan tener un espacio para decir la suya sobre cuál es el tipo de reconstrucción que se tiene que hacer teniendo en cuenta que es muy probable que vuelva a ocurrir, quizás con más frecuencia y con más intensidad. Por tanto, es muy peligroso ese modelo urbanístico depredador en que se ha instalado el PP. Si no planteamos una alternativa a esto, las consecuencias se agraviarán más.
En esa línea, en el libro un niño saharaui acogido en verano con el programa Vacaciones en paz lo ve claramente cuando le explican qué pasó el día de la dana y él responde: “Claro, es que aquí no tenéis tierra y la tierra chupa la agua”.
¡Es que es evidente! Si vas construyendo y construyendo, no hay nada que pueda chupar el agua y tienes un tipo de autopista para los metros cúbicos que caigan. Esto se puede relacionar con la presa de Forata. Si hubiera reventado, algún pueblo entero podría haber desaparecido.
València
20:11, Ni oblit ni perdó: los pueblos de la Dana amanecen con pintadas contra Mazón
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